Publicidad > Argentina | ANTE LA NOTICIA DE SU DECESO A LOS 75 AÑOS
Redacción Adlatina |

Los “Golden Brain” recuerdan a Oscar Marcovecchio

Varios de los distinguidos como Golden Brain, un reconocimiento a los valores profesionales y humanos de quienes dejaron y dejan huellas en la comunicación publicitaria argentina, enviaron a la redacción de Adlatina su recuerdo del publicitario fallecido ayer.

Los “Golden Brain” recuerdan a Oscar Marcovecchio
“¡Una pena, un gran tipo!”, se lamenta Marcos Golfari, responsable directo de la compra de la agencia de Oscar Marcovecchio por parte de Ogilvy en el año 2000.

“Oscar fue el creador de cabo a rabo del jabón Granby para la firma Guereño. Con gran agudeza creó la marca, una diferenciación en la fórmula y buscó para la comunicación el punto más débil dentro del punto más fuerte de su competidor principal (es decir, ¡nosotros, Unilever!). Su marca y campaña apoyadas en esa estrategia fue exitosa. Bien dicen que la palabra ‘competir’ viene del latín, de la expresión ‘buscar juntos’. Sí, buscábamos complacer al consumidor compitiendo”.
Luis Mario Castro

“Tengo un recuerdo gastronómico: Oscar concurría a un restaurante en Acassuso llamado Fettuccini Alfredo, cuyo propietario Osvaldo Cruces incluía en su menú recetas de amigos; entre ellas, una creación de Oscar que era polenta blanca con langostinos. Un plato delicioso cuya preparación no recuerdo, pero que figuraba como ‘polenta a la Marcovecchio’”.
Jorge R. Gandolfo

“Con Oscar tuvimos excelente relación. Compartimos los ‘Money Makers’, los avisos más vendedores y le conseguí la cuenta de La Virginia. Un triunfador del interior”.
Alberto Banchero

“Fui responsable en comprar su agencia y ofrecerle la gerencia de la fusión por tres años. Tuvo un muy buen desempeño. ¡Una pena, un gran tipo!”.
Marcos Golfari

“Lo conocí a través de Federico Mallie, vecino de chacra en Puerto Panal. Compartimos agradables asados y largas tertulias, en los que obviamente desnudamos a la publicidad. Siempre recuerdo una nota que escribió para Adlatina en la que develó la crudeza que implicaba tener una agencia. Durante once años mi empresa Team-Q atendió todos los puntos de venta del Banco Río, pero Marcovecchio recién lo supo en uno de esos inolvidables asados”.
Jorge Irazu

“El Banco Río, producto de fusiones y adquisiciones, tenía un problema serio de identidad, agravado por el nombre y los dos colores institucionales, azul y amarillo, los colores predominantes de la bandera de Brasil. Así que la gente no sabía si era un banco privado argentino o brasileño, y Marcovecchio lo resolvió con la campaña: La importancia de tener un buen nombre”.
Luis Ibarra García

“Oscar en el 69 tenía 24 años. Tomó la cuenta del Río. Lo primero que le pidió Carlos Pérez Companc fue un logotipo. Lo hizo competir con un pintor brasileño amigo del doctor llamado Belinho. Este último presentó una versión después de ‘unas cuantas cahipiriñas’, según confesó. Ganó Oscar con las tres olas”.
Juan Ramón Gujis