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Redacción Adlatina |

Carolina Bruzzone: “Me gustaría inspirar a las mujeres que vienen”

La CSO & partner de Slap Global, una de las quince líderes reconocidas por Adlatina y Ad Age, conversó sobre su presente en Slap, explicó el significado de ser una Leading Women e hizo referencia a su trayectoria profesional.

Carolina Bruzzone: “Me gustaría inspirar a las mujeres que vienen”
Carolina Bruzzone: “Ser Leading Woman es un reconocimiento a todos estos años de trabajo, a la carrera que todas nosotras venimos construyendo desde que empezamos”.

Carolina Bruzzone, chief strategy officer & partner de Slap Global, es una de las quince líderes elegidas por Adlatina y Ad Age para ser Leading Women Argentina 2021. La profesional conversó sobre su presente en Slap, explicó qué significa para ella ser una Leading Women y contó su trayectoria por agencias como Del Campo, McCann, Don y Gut.

Estudió marketing e inició su carrera del lado del cliente. Después de algunos años, se cruzó de vereda para ingresar al mundo de las agencias de publicidad. Formó parte de los departamentos de producción audiovisual, cuentas y estrategia. Además de Del Campo Saatchi & Saatchi, trabajó en Grey, Don, McCann, David, Geometry y Gut, en las que lideró proyectos locales, regionales y globales. A lo largo de su carrera colaboró para llevar a estas agencias a ser parte de las más eficaces de Latinoamérica. También recibió premios y reconocimientos a escala local y mundial. En 2020 retomó la docencia y fue profesora de estrategia en Brother, que fue nombrada School of the Year en Cannes Lions 2021. Desde diciembre forma parte de la aceleradora de negocios Slap Global, como CSO y partner.

―¿Qué significa para usted ser elegida Leading Women? ¿Qué importancia tiene recibir este tipo de reconocimiento?
―Significa un montón. Creo que ser Leading Woman es un reconocimiento a todos estos años de trabajo, a la carrera que todas nosotras venimos construyendo desde que empezamos. Es una reconciliación con las decisiones que tomamos, los desafíos que asumimos y el esfuerzo que le pusimos, todo lo que nos trajo hasta acá. Me hace sentir súper orgullosa y agradecida. Y espero ser una inspiración para las mujeres que vienen, como lo fueron para mí muchas mujeres con las que me crucé en mi carrera. Además, el eco de esta distinción trasciende lo institucional y llegan las felicitaciones de los colegas de hoy, los de años atrás, de la familia, los amigos, las familias de los amigos. Y cuando la gente que te rodea es feliz por tus logros, terminás de darte cuenta de que lo estás haciendo bien. Y eso se siente bárbaro.

―Teniendo en cuenta su trayectoria, ¿qué experiencias le aportaron que puedan sumar en Slap?
―Soy una persona que ha recorrido muchas agencias y de todas me llevé algo que pude capitalizar más tarde. Pero además pasé por varios departamentos (producción audiovisual, cuentas y estrategia) y empecé en marketing del lado del cliente, lo cual me hizo tener un entendimiento integral del engranaje, y eso creo que me sirve mucho hoy, porque en Slap tenemos otro chip, más flexible, más de start-up, en que no sólo vale que sepas lo que dice tu puesto, sino que todo conocimiento es bienvenido y aprovechado. Yo empecé en Del Campo, y por ejemplo, ahí entendí el valor que tiene trabajar con gente talentosa: nada como la paz que te da poder confiar en el trabajo del equipo. En Grey me ayudaron a encontrar mi espacio y me abracé a la estrategia: ese fue un cambio esencial en mi carrera. Después, en Don, entendí que la estrategia realmente dicta el camino de las marcas y pude comprender lo importante que es fijar buenas bases desde mi trabajo para la comunicación. En McCann, el networking, los recursos y la libertad de trabajo me ayudó a encontrar mi estilo. El trabajo en red me sirvió después en David, porque funciona como una gran oficina repartida en distintas ciudades. En Geometry seguí trabajando conectada a la región y amplié mis capacidades con estrategias más transaccionales. Y en Gut, en medio de la pandemia, corroboré que organizarse e integrarse era la única manera de poder hacer un buen trabajo para las marcas en ese contexto. Además, en mi recorrido tuve la suerte de trabajar con gente excepcional que me enseñó mucho, incluso sin proponérselo. Hoy me encuentro usando esos aprendizajes en el día a día. Algunos tienen que ver con la publicidad; otros, con la vida misma.

―El año pasado fue sin dudas un momento de cambios. ¿Cuál considera que es la clave para seguir avanzando y construyendo en contextos de incertidumbre?
―Lo que yo encontré clave para trabajar en la incertidumbre es no querer controlarla. El desconcierto se trata de entender, se acompaña, uno se prepara de la mejor manera para sortear cualquier escenario posible. Pero hay que soltar la soberbia de creer que sabemos cómo resolver todo. Por eso también el trabajo del estratega se intensificó. Mucho de lo que hicimos desde las agencias fue acompañar en el desconcierto. La incertidumbre hizo que trabajáramos con profundidad, porque lo que pasaba no era algo para tomar a la ligera. Mucha lectura, empatía, adaptación y, sobre todo, responsabilidad. Otra clave, en mi opinión, fue frenar y recalcular. A veces las marcas vienen con un ritmo que no permite frenar a revisar y en 2020 no quedó otra opción. Cuestionarnos si teníamos que comunicar o no: casi impensado, ¿no? Y, en esa búsqueda de sentido, los propósitos de las marcas se revisaron y se refrescaron, e incluso las que no los tenían se pusieron en marcha para entender su rol en esta realidad y este mundo. Y eso siempre es bienvenido.

―Usted retomó la docencia en 2020. ¿Qué opina del talento joven? ¿Qué deben tener las agencias hoy en día para atraerlos?
―Se habla mucho en la industria publicitaria de que los jóvenes están llevando su talento a muchas partes menos a las agencias. Y es real, pero para mí no tiene que ver con los sueldos o las dinámicas de trabajo. Para mí, y lo digo por mi experiencia, no es que esto sea dato científico, a los jóvenes no los inspiran las instituciones, los inspiran las personas. Ellos buscan admirar a sus jefes, hacer amigos de sus compañeros de trabajo, son una generación que necesita sentirse como en su casa, para estar cómodos y desplegar su potencial. Por eso es tan importante lo vincular, y más que nunca trabajar el liderazgo desde los vínculos. El respeto, el espacio de apoyo, el entender que ese “recurso” es humano y le pasan cosas. Y que ellos, por los tiempos que corren, tienen mucho que aportar y enseñarnos. Y que no sólo somos nosotros los que tenemos que bajar conocimientos.

―¿Cómo es su presente en Slap?
―Muy bueno. Rodeada de gente súper talentosa y buenos amigos, donde la estrategia es fundamental. Trabajando las tres oficinas en equipo para marcas que quieren hacer cosas relevantes, en proyectos en los que no sólo cooperamos desde la comunicación, sino desde el negocio también. Sigo aprendiendo de la flexibilidad del contexto, así que llena de desafíos, creciendo. Y recién arrancando, así que muy prometedor.