Publicidad > Estados Unidos | ENTREVISTA EXCLUSIVA PARA ADLATINA
Redacción Adlatina |

Alejandro Juli: “A pesar del contexto, no conviene dejar que la pandemia te escriba los comerciales”

El VP creative director de DDB Chicago, que desde hace un año trabaja en la agencia, dialogó con Adlatina y realizó un balance de su trabajo en la filial, habló de la nueva forma de trabajo a la que se tuvo que adaptar y señaló cuáles son los desafíos para un creativo en la actualidad.

Alejandro Juli: “A pesar del contexto, no conviene dejar que la pandemia te escriba los comerciales”
Juli: “Hay desafíos que siguen siendo los mismos que en la era de Bernbach, porque los seres humanos no evolucionamos al ritmo de la tecnología”.

—Pasó de trabajar en la Argentina a Chicago sin escalas. ¿Cómo fue la experiencia, como latino, de ingresar a una agencia como Energy BBDO y luego pasar a DDB Chicago?
—Al principio me costó un poco adaptarme a un mercado mucho más lento que el argentino, donde se le da tanta bola a la estrategia. Pero a base de darme muchos golpes empecé a entender cómo trabajaban aquí, y pude tomarle el pulso a la agencia para empezar a hacer cosas que de verdad me gustaran, que les funcionaran a los clientes y, sobre todo, que resonaran en la cultura. Me ayudó también que en Energy BBDO había varios latinos que me fueron dando oportunidades. El cambio a DDB Chicago me pareció un desafío muy lindo, es una agencia histórica y trabajar para Miller Lite es un poco el sueño del pibe. DDB ya tenía una excelente relación con los clientes, y todos entienden el valor de tener gente con distintos backgrounds. Me han hecho sentir muy bienvenido.

—¿Podría hacer un balance de su trabajo en DDB Chicago desde que ingresó hace un año hasta ahora?
—El balance es muy positivo. En este raro primer año en DDB hemos podido hacer algunos trabajos interesantes para Miller Lite, como la Miller Lite Cantenna para la vuelta del fútbol americano, y antes de la pandemia pudimos ayudar a relanzar Miller64, una cerveza baja en calorías.

—¿Cuál considera que es su sello distintivo como creativo?
—Mirá, a mí me gusta pensar que no tengo un estilo definido como creativo. Trato de no caer en la trampa de repetirme mucho. Busco primero una idea que me resulte interesante, que venga de alguna verdad humana y, sobre todo, que no tenga olor a publicidad. Esas cosas son fundamentales. Y después me gusta dialogar a fondo, tanto adentro de la agencia como con nuestros clientes, para entender bien de qué se trata esa idea. Obviamente tenemos que ver si es relevante para la marca y para el momento cultural, pero también tenemos que saber qué forma le conviene más a la idea. Quizás de ahí salga una instalación, una canción, un quince segundos o algo más largo y emotivo, un implante dental, o cualquier otra cosa.

—¿Cómo fue el trabajo de la agencia ante el difícil contexto que atraviesan el mundo y la industria?

—En este contexto, me parece que tenemos la ventaja de que DDB Norteamérica tiene una red con gran talento en las distintas oficinas. En un día normal quizás trabajamos con gente que está en San Francisco, Portland, Chicago y Nueva York. En ese sentido, trabajar bajo dos fenómenos como Ari Weiss y Britt Nolan hace las cosas mucho más fáciles, porque ayudan a conectar el talento de la red y a sacar lo mejor de cada oficina.

—¿Qué consejos les dio la agencia a las marcas a la hora de salir a comunicar?
—Creo que más que dar consejos, en la agencia nos hemos dedicado a hacer buenos trabajos junto a nuestros clientes. Hace unos meses, otro equipo de la agencia sacó una campaña para Coors Light que iba un poco en contra de toda esta cosa un poco blanda y aburrida de los “uncertain times”, y después nosotros sacamos la Cantenna para Miller Lite. Son dos campañas que demuestran que a pesar del contexto no conviene dejar que la pandemia te escriba los comerciales. La gente sigue valorando las ideas por sobre todas las cosas. Por eso la agencia está redoblando la apuesta de encontrarles ventajas emocionales a las marcas, y tenemos grandes clientes que comparten esa visión.

—¿Cuáles cree que son los desafíos para un creativo en la actualidad?
—Hay desafíos que siguen siendo los mismos que en la era de Bernbach, porque los seres humanos no evolucionamos al ritmo de la tecnología. Lo más importante hoy sigue siendo buscar la humanidad en las ideas: hay que generar emociones y no sólo ordenar información. Y después hay desafíos que tienen que ver con el estado de la industria hoy, lo fragmentada que está y los distintos intereses que pueda haber en un proyecto. Cuando se nos imponen las best practices como si fueran una verdad absoluta, hay que preguntarse a quién le sirve que sigamos las best practices; y si todos las siguiéramos a rajatabla, ¿qué lugar habría para diferenciarse? A veces conviene bajar la pelota al piso y escuchar qué pide el proyecto, antes que trabajar en modo automático.