Publicidad > España | EL NUEVO ECD DE LOLA MULLENLOWE
Redacción Adlatina |
Luego de la salida de Pancho Cassis, Lola MullenLowe anunció el nombramiento de Tomás Ostiglia como director creativo ejecutivo en Madrid. Durante cinco años, Ostiglia fue director creativo global de Lola para grandes cuentas internacionales como Magnum, Cornetto y Pescanova. Además fue una pieza clave para el crecimiento de la agencia, ganando las cuentas de PG Tips y San Miguel.
“Tomás es un pilar en el liderazgo creativo de la agencia desde que se unió en 2014 —comentó Amaya Coronado, la reciente CEO de Lola MullenLowe—. Su legado como DC global dejó algunos de los trabajos más creativos, efectivos e inspiradores que se conocen en el mundo. Nombrarlo ECD ha sido la decisión más evidente para impulsar el crecimiento de la agencia y nuestros clientes”.
En el Informe de Creatividad de Cannes de 2018, Tomás ocupó el tercer lugar entre los directores creativos más premiados del mundo. Cuenta con más de 22 años de experiencia liderando equipos a nivel global y local, y elaborando campañas premiadas en diversos festivales. Nacido en Argentina, Tomás comenzó su carrera creativa en Ogilvy Buenos Aires. En 2001, mudó a España para unirse a FCB/Tapsa, donde se convirtió en director creativo ejecutivo y más tarde, en Arnold como director creativo general. En 2008 regresó a Argentina como DCE de Savaglio/TBWA. Fundó su propia agencia, OCG, antes de regresar a España para unirse a Lola MullenLowe como DC global en 2014.
Debido a su nombramiento, Adlatina conversó con Ostiglia.
-¿Cuáles van a ser sus nuevas obligaciones y objetivos?
-Cuando entré a Lola como DC global, me interesaba por la idea de manejar una marca global. Ahora, la obligación es diferente porque cargo con la responsabilidad de toda la agencia, y se agregan nuevas cuentas en las que antes no estaba metido. Por un lado, San Miguel, en la que sí ayudaba pero no me metía de cara en el proyecto. También Cabify, que trabajé en los pitches, aunque no llevaba la cuenta. O Burger King, en la que también ayudé, pero ahora me tengo que meter más de cara al cliente.
El trabajo no cambia gran cosa, sólo que ahora tengo que estar encima de todo el equipo grande, escuchando, acomodándome a una posición más ejecutiva. Pero, como Lola es más grande que un nombre individual, también es más fácil alinearse.
-¿Qué espera de la agencia para 2019?
-Me gustaría acercarme a un modelo de agencia capaz de actuar a la velocidad que cambia la cultura. Lola va en esa dirección, pero queda mucho camino por recorrer. La agencia tiene un ADN muy fuerte marcado por las ideas. Podemos poner un trabajo sobre la mesa y decir “esto es lo que somos”. Cuando tenés que explicar lo que hacés, tiene menos fuerza. Lo importante son las piezas que ponés frente a las audiencias.
Desde ya que el ADN de la agencia no va a cambiar. Claro que va a haber una impronta distinta, porque las personas somos distintas, pero mi idea es continuar administrando bien la energía de este equipo. Necesitamos seguir teniendo una agencia sana y demostrando que los equipos son rentables, que son buenos para los negocios de los clientes. Mirando para atrás, a lo que hemos construido, este nuevo puesto es una gran responsabilidad. Lola es más grande que cualquiera de nosotros y se siente una gran responsabilidad seguir desarrollándola. Vamos a seguir buscando maneras de renovarnos, de ser cada vez más maduros, para poder ayudar cada vez más a nuestros clientes.
-¿Qué lugar cumplen los datos en el proceso creativo?
-Lo interesante de los datos es que, en la medida en que los tenés, podés medir todo. Los perfiles de analyitcs, y todas las herramientas que hay disponibles, sabemos usarlos y hay que empezar a usarlos más. Sin embargo, sin la magia y el valor que los creativos podemos agregar, esas cosas sólo sirven para plantear un escenario.
Esos gigantes de la comunicación que son la televisión, la radio y el print son un mundo que se puede optimizar a partir de los datos, conociendo los comportamientos de los usuarios. Los clientes y nosotros ya lo sabemos, y lo necesitamos ahora para generar campañas efectivas. Pero la cosa madre, la comunicación verdaderamente potente, las cosas efectivas, sólo pueden salir de esa sensación que siente la gente al ver un trabajo que use bien las ideas.
-¿Cómo ve la situación de la industria publicitaria en Iberoamérica?
- En Argentina hay un proceso muy recesivo y complicado, no me atrevo a dar una definición de qué está pasando. Se siente que es algo cíclico, y que la remontada es cada vez más complicada, que cada vez es un poco más bajo. Con OCG, la agencia que abrí en Argentina, tuvimos una buena relación con el Gobierno de la Ciudad, con Converse y con Volvo. Verdaderamente fue una época muy linda de trabajo. Pero después entro el país en otro ciclo recesivo, y tuvimos que empezar a buscar nuevos lugares. Ahí es cuando llegó la oferta de Madrid.
Por el lado de España, la industria está bastante en recuperación, no sólo en términos económicos, sino que también está recuperando la salud creativa. Cuando me vine en 2001 era una fiesta el panorama creativo. España había entrado a la Unión Europea y era una época de crecimiento económico tremendo, con un ánimo muy saludable; había muy buen trabajo de muchas agencias. Ahora, la industria está yendo para ese lado, pero todavía no está al mismo nivel que en ese entonces.