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Ad Age |
Por George Slefo
Periodista de tecnología en AdAge
En el Consumer Electronics Show de esta semana en Las Vegas, el tema que dominó gran parte de las conversaciones fue uno poco deseado: la quinta generación de tecnología móvil. Aunque sus fanáticos lo crean, es poco probable que su eventual llegada se produzca demasiado pronto.
“5G será tan revolucionario como la electricidad”, les dijo a los asistentes una demostración interactiva de Qualcomm en el showroom.
“Hemos pasado los últimos treinta años conectando gente: pasaremos los próximos treinta conectando cosas”, afirma el CEO de la empresa, Brian Modoff.
Aunque aún está por verse cuánto de esto es cierto, algunas empresas ya están intentando plantar bandera.
AT&T, por ejemplo, actualizó sus teléfonos y reemplazó el símbolo LTE con un logotipo que dice “5Ge”, una sugerencia engañosa de que sus teléfonos están preparados para 5G. El nuevo logo, dijo la empresa cuando estaba por empezar el CES, quiere decir “evolución 5G”.
“Aparentemente AT&T está diciendo que tiene una red de 5Ge, pero creo que es un engaño y una estrategia de marketing para destacarse ante la competencia ―remarcó Victoria Petrock, analista de eMarketer―. Aún no tenemos teléfonos 5G; hemos visto prototipos en la sala de exhibición, pero si no hay un teléfono 5G, no entiendo cómo AT&T puede estar ejecutando una red 5G”.
Viva la revolución 5G
Cuando realmente llegue, la quinta generación de tecnología móvil promete cambiar muchas cosas: realidad virtual y aumentada, vehículos autónomos, dispositivos portátiles, consumo de medios e incluso ciudades enteras.
Algunas empresas están incluso apostando por la idea de las llamadas ciudades inteligentes, afirmando que pueden aliviar la congestión de tránsito, reducir la contaminación y mejorar la infraestructura actual. En el CES, por ejemplo, AT&T dijo que creará alumbrado público conectado a su red para poder rastrear el uso de energía y los apagones.
Todo esto representa incluso una oportunidad para los anunciantes.
Se espera que en 2020 se gasten en ciudades inteligentes alrededor de 34 mil millones de dólares, de los cuales una parte se compensará a través de empresas que ofrecen construir paradas de ómnibus, postes de luz que monitorean el tráfico peatonal o pantallas digitales interactivas a cambio de espacio publicitario, explica Ari Buchalter, CEO de Intersection.
“Todas las ciudades quieren ser inteligentes, pero el desafío es que será muy costoso implementar la infraestructura, la fibra y los dispositivos (internet de las cosas) para que todo suceda ―reconoce Buchalter―. El marketing termina siendo una forma de crear un círculo virtuoso en torno a eso, porque en vez de usar los dólares de los contribuyentes puede lograrlo mediante una concesión de publicidad".
La privacidad también será un tema preocupante.
“Hemos pensado en lo que significa la privacidad en un espacio público ―señala Buchalter―. Un error común es que el Gran Hermano siente que las ciudades inteligentes siempre estarán observando y recopilando datos. Las empresas deben ser cuidadosas en este punto”.
Habrá mucho tiempo para pensar todo esto, ya que 5G no llegará pronto.
“5G no es sólo activar un interruptor ―apunta Steve Koenig, vicepresidente de investigación de mercado de la Consumer Technology Association―. En el CES estamos viendo que 5G da sus primeros pasos; simplemente estamos aprendiendo a caminar aquí con 5G. Y, según nuestras propias proyecciones en la CTA, recién en 2022 la mayoría de los teléfonos inteligentes de los Estados Unidos podría tener habilitada su conexión a 5G”.
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