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Redacción Adlatina |
Según un estudio de Magna, durante 2017 la inversión global en publicidad en papel disminuyó en un 11%, hasta los 61.000 millones de dólares. Se espera que durante 2018 la venta de pauta caiga otro tanto. Debido al crecimiento de los medios digitales, los gráficos comienzan a ser caer en desuso.
Sin embargo, este medio no ha desparecido, y sigue siendo un vehículo importante para muchos grandes anunciantes. Foliomag.com realizó una investigación sobre qué es lo que genera esta confianza por parte de los publicitarios en este medio que comienza a parecer obsoleto.
Un contexto relevante
“Hay algunas categorías en las que las inversiones en medios impresos son más fuertes y ofrecen mejores programas y resultados para nuestros clientes”, afirmó Ginger Taylor White, EVP, managing director, Publishing Investmet en Amplifi. El contenido editorial cumple la función de segmentación, por lo que los mensajes pueden estar mejor dirigidos. “Los anuncios impresos no son un juego de alcance, pero sí una oportunidad ideal para conectar con el contenido contextual relevante”, comentó Vanessa Watts, EVP of Media en Laughlin Constable.
Indulgencia analógica
Es el anhelo por una alternativa menos desordenada y más enfocada a los medios fragmentados que podría ser clave para los medios gráficos. Taylor White indicó que las propias revistas y su experiencia de lectura son el contrapunto o la cura para lo digital. El compromiso de la audiencia a la hora de ingresar a los contenidos, propone la exigencia de una calidad que otros medios no poseen. Así cambian las expectativas: “Algunos clientes confían en el ROI para determinar el impacto de la impresión, mientras que otros confían en los números de alcance de MRI y los datos de Starch. Incluso construimos programas con KPI específicos y estudios previos y posteriores a la actitud para medir el éxito”, explicó.
Exportar confianza
Parte necesaria para la supervivencia de los medios gráficos es formar parte de un mix de medios, ya que por si solo no puede sostenerse. Sin embargo las ventajas propias, distintas a las de otros medios aportan desde la posibilidad de fragmentación y generación de confianza en una marca. “Los editores deben pensar más allá de la página y ofrecer oportunidades para interactuar con los lectores digitalmente y en persona”. Precisó Taylor White. No se trata de estar en todas partes, sino de ser un compañero confiable más en el camino del consumidor, y “usar la marca para hablarle ”.