Publicidad > Argentina | EL ESPACIO DE ALBERTO BORRINI
Alberto Borrini |
El próximo 7 de julio es el Día del Anunciante. Fue instituido en 2004 por iniciativa de la Cámara Argentina de Anunciantes (CAA). En 1959, cuando nació la entidad, eran apenas 19 miembros; hoy, presidida por Philip Pérez, agrupa grandes firmas, titulares de las marcas más populares y reconocidas, que a través de la entidad acordaron unirse con un objetivo institucional común, repartido en grandes áreas de acción bien delineadas, entre ellas la defensa de la libertad de expresión comercial, la calidad y transparencia de las mediciones de audiencia, la publicidad responsable y el constante cuidado del valor de la publicidad como herramienta.
La Cámara ha convocado a los mejores especialistas para debatir acerca de las experiencias más exitosas y ejemplares de marcas, actividad central que tendrá carácter gratuito pero requiere inscripción previa, y se realizará en el amplio auditorio de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Están invitados todos los publicitarios, anunciantes y comunicadores del país, en el marco general de la voluntad institucional de propiciar mensajes honestos, confiables y veraces.
Mis primeros contactos con la CAA datan de la segunda mitad de la década de 1960, cuando escribía sobre negocios, publicidad, marketing y medios en la revista Primera Plana. Pero la relación se volvió más estrecha a partir de 1969, fecha de la creación de Mercado, semanario de negocios que creamos un grupo de colegas que emigramos de Primera Plana. En Mercado estrené mi columna especializada, que más tarde pasó a El Cronista y finalmente ancló en La Nación. Varias de esas colaboraciones acompañaron el desarrollo y los esfuerzos de la CAA, encuadrados en los nuevos objetivos y compromisos de una actividad tan dinámica.
La relación con la entidad cristalizó el año pasado, cuando acogió en su nueva sede la donación de mi biblioteca especializada en marketing, publicidad, periodismo y comunicación, que puede ser consultada por los interesados en profundizar el conocimiento en esas materias.
El programa del Día del Anunciante, concretamente, se desplegará en un clásico de la casa, titulado “CAAsos de Negocios-Estrategias exitosas de Marcas”, un espacio interactivo que aspira a generar un rico intercambio de experiencias entre los asistentes, y que aún está abierto a sugerencias de nuevos temas.
Los anunciantes, como sector, son una de las cuatro robustas patas que sustentan la gran mesa de la publicidad, junto con las agencias, los medios y los consumidores, en los cuales la publicidad reconoce el desdoblamiento en ciudadanos conscientes de sus derechos, y presionados por una realidad social cada vez más desconcertante. La Cámara ha hecho aportes substanciales en este aspecto esencial de la comunicación, como uno de los refundadores de la autorregulación publicitaria en el país, llamada con justicia la conciencia de la publicidad, porque filtra mensajes que dañarían su prestigio, y que al mismo tiempo evita la intervención de reguladores oficiales más comprometidos con las circunstancias sociopolíticas, cuyas sanciones pueden llegar a dañar el avance de una actividad que necesita una sintonía muy fina para cumplir con sus objetivos.