Marketing > Argentina | EMPRESAS POR LA INFANCIA PRESENTÓ EL PRIMER INFORME DE COMUNICACIÓN, MARKETING E INFANCIA
Redacción Adlatina |
En medio de la vorágine del mundo actual, donde abundan los medios, las conexiones y la sobreinformación, cabe tomarse un tiempo para reflexionar sobre los mensajes que se transmiten a los niños. Una audiencia que cada día está más expuesta a distintas formas de comunicación, de las cuales la publicidad no es ajena. Pero ¿hasta dónde llega su responsabilidad a la hora de dirigirse a los más pequeños?
“La publicidad no tiene la responsabilidad de educar pero tampoco de maleducar”, afirmó Miguel Daschuta –presidente del Consejo de Autorregulación Publicitaria- en el marco de la conferencia de la que participaron también Marina Von Der Heyde - directora ejecutiva del Consejo Publicitario Argentino-, Luis Ibarra García - vicepresidente del Consejo de Autorregulación Publicitaria- , Silvia Bacher -miembro del Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia-, y Omar Di Nardo -director creativo de Young & Rubicam-.
Empresas por la infancia (ExI) es una iniciativa integrada por fundación Arcor, SavetheChildren y Unicef que se dedica desde el 2006 a promover prácticas de responsabilidad social desde la perspectiva de los derechos de los niños. La entidad realizó un encuentro para presentar un documento que invita a las organizaciones a conocer, respetar y promoverlos derechos de los niños en todas sus prácticas de comunicación por medio de la autorregulación. En la elaboración del informe colaboraron empresarios, referentes del marketing y la publicidad, el Consejo Publicitario Argentino entre otras instituciones sociales.
“La publicidad responsable es un tema muy amplio”, señaló Von Der Heyde. Y agregó que hay múltiples actores involucrados como anunciantes, creativos, empresas, investigadores, inversores, entre otros, que proceden de acuerdo con sus intereses y objetivos, con lo cual es difícil lograr que tomen como fin último de todas sus acciones de marketing y comunicación la protección de los derechos de los niños. Según su punto de vista, los derechos deben ser contemplados desde el brief inicial de una campaña.
Por su parte, Bacher destacó que “la comunicación es un derecho” y la publicidad debería considerar a las personas como tales y no como simples consumidores de los productos y servicios que comunica. Esto responde, en parte, a los cuestionamientos iniciales.
Desde su perspectiva publicitaria, Di Nardo se encargó de desmentir el prejuicio que coloca a los creativos en el lugar de inventores de ideas diferentes y ganadoras. Además de citar ejemplos de campañas que se comprometían con los derechos de los niños y de las cuales participó, señaló que en el rubro, incluida la agencia en la que se desempeña -Y&R- hay mucho interés por realizar campañas de ese tipo, solo que no reciben propuestas y proyectos al respecto.
Frente a este contexto, Daschuta sugirió que los ceos de las compañías deben estar al tanto y participar en todos los procesos de comunicación de sus empresas, ya que son la máxima autoridad y en ellos descansa la responsabilidad de certificar que se respeten y promuevan los derechos de la infancia.
“Lo que cabe pedir, en conclusión, es coherencia a las empresas”, concluyó Ibarra García.