Publicidad > Global | DIFÍCIL TRANCE PARA UNA MULTIMILLONARIA INVERSIÓN PUBLICITARIA DE LA EMPRESA DE CALZADO DEPORTIVO
Redacción Adlatina |

Dos atletas insignia de Nike podrían ser privados de participar en los Olímpicos de Grecia

Tim Montgomery y la famosísima Marion Jones están envueltos en una difícil situación con las autoridades deportivas norteamericanas, que podría disponer su prohibición de participar en los próximos Olímpicos. Pero Nike, que los cuenta como estrellas de su publicidad mundial, luchará sin cuartel para que puedan viajar a Grecia.

Dos atletas insignia de Nike podrían ser privados de participar en los Olímpicos de Grecia
Marion Jones, retratada para una de las innumerables campañas gráficas de Nike que protagonizó.
Ante la inminencia de los Juegos Olímpicos, Nike enfrenta la alarmante perspectiva de ver a dos de sus iconos globales, Tim Montgomery y Marion Jones, en peligro de no poder participar en la gran competencia, poniendo a riesgo una campaña publicitaria multimillonaria en dólares.
Para Nike, Marion Jones es la “chica poster”, una figura reconocible en forma instantánea en todo el mundo, y a quien le paga 3 millones de dólares por año para ser el rostro de sus productos.
La importancia que Nike le asigna a construir su imagen asociándola con deportistas famosos se refleja en el presupuesto anual que dedica a la materia: 1.360 millones de dólares. Y cada vez que la fama o integridad de sus atletas se ve amenazada, Nike sale decidida a pelear a favor de su representante. En este momento, si las autoridades deportivas estadounidenses siguen adelante con su idea de impedir a Jones competir en Atenas, se las tendrán que ver con su sponsor. La atleta negó haber tomado droga alguna para mejorar su performance.

Por ahora, silencio
Nike no ha pronunciado palabra hasta ahora. Pero algo es cierto: la compañía siempre ha apoyado a sus atletas cuando aparecieron envueltos en escándalos de doping.
En 1992, cuando Katrin Krabbe, de Alemania, campeona de 100 y 200 metros llanos, dio positivo por esteroides, Nike continuó apoyándola financieramente hasta que finalmente cayó sobre ella la prohibición por cuatro años.
De la misma manera, cuando en 1997 el test reveló que la reina norteamericana de la distancia media, Mary Slaney, tenía vestigios de testosterona (droga sexual masculina), Nike siguió respaldándola, a pesar de que la atleta había sido despojada de la medalla de plata que había ganado en la carrera de 1.500 metros en los Juegos de Invierno.
En Gran Bretaña también respaldó al Manchester United y al defensor ingles Ferdinand luego de ser suspendido por ocho meses cuando no apareció en un test de sorteo.
Las campañas publicitarias de Nike para los Juegos Olímpicos siempre tuvieron justificada fama de calidad e innovación. Para este año, la firma había planeado utilizar la figura de Jones en toda la parte previa a la competencia, unida a la británica Paula Radcliffe, que conserva el récord mundial de maratón. Hasta el momento, los planes siguen en pie.
Hace cuatro años, Jones ganó cinco medallas en los Juegos, y su historia cautivó al mundo. Nike se benefició con una enorme cantidad de centimetraje periodístico gracias a su figura. Su atractivo aumentó todavía más cuando fue madre el año pasado.
Aun cuando su marido, el también deportista C. J. Hunter, fue descubierto como usuario de drogas para aumentar el rendimiento, la reputación de Marion Jones siguió intacta. La pareja se divorció al año siguiente, después de que la Federación Atlética Internacional prohibió por dos años competir a Hunter.
Otra figura de Nike, Tim Montgomery, es el hombre más veloz del mundo, y días atrás recibió una carta de la agencia antidopaje norteamericana en la que se le advertía que también podría caer sobre él una prohibición de participar en Grecia. El abogado de Montgomery aseguró que el atleta no había cometido infracción alguna y que luchará para conservar su derecho a participar.