Publicidad > Estados Unidos | ESTARÁ ABIERTA HASTA EL 24 DE SEPTIEMBRE
Redacción Adlatina |
La gente vive hoy en un mundo híbrido que mezcla lo virtual y lo físico de forma constante. Cuando pareciera que todas las innovaciones en la forma de explorar e interaccionar con el espacio se basan en la tecnología y se obsesionan con el ciberespacio, Richard Serra –escultor estadounidense- se planta y moldea el espacio físico con sus esculturas para que el espectador se introduzca en un nuevo mundo hecho de acero y torsiones.
Debido al tamaño de las obras – algunas miden alrededor de 36 metros-, pocos museos están preparados para sostener el peso físico de las monumentales piezas que muestran el trabajo de Serra. Después de las torsiones elípticas en el Guggenheim, ahora el Museum of Modern Art de Nueva (MOMA) dedica una retrospectiva a Richard Serra. Desde junio y hasta el 24 de septiembre se mantendrá abierta la exposición Escultura de Richard Serra: 40 años, en la cual el artista se rindió a la visión de la pinacoteca por crear "un espacio que motivará y potenciará a generaciones venideras".
Es en ese espacio donde -tras un proceso de instalación que el director del museo, Glenn Lowry, definió como "casi un ejercicio militar"- los visitantes pueden experimentar tres nuevas obras: Band, Torqued Torus Inversion y la espectacular, improbable, cautivadora y casi infinita Sequence, junto con otras 24 repartidas entre el jardín y la sexta planta del MOMA, que conforman la exposición.
La muestra, un empeño conjunto del MOMA y del DIA Center for the Arts, permite al espectador encontrarse con el trabajo de un artista que desafía a conceptos como la masa y la forma, y que es capaz de transmitir con el acero la más intensa sensación de suavidad y flexibilidad. Serra encuentra inspiración más allá de la arquitectura y de la naturaleza; en sus esculturas se ve como él convierte a las obras no en objeto sino en espacio, haciendo muy apropiada su llamada a pensar en y con los pies.
"Son espacios que cada uno siente de forma diferente", explicó Serra en la conferencia de prensa de apertura. "He hablado con un cineasta a quien una de las obras le recordaba a rollos de cine, y con un músico para quien era un instrumento. Y eso es justamente lo que quiero: que cada uno traiga su propio equipaje y recorra con él las obras".
La mayoría de las obras fueron creadas por el artista para que cada espectador transite por ellas y vea el cambio de perspectivas y cómo “los espacios pueden recrearse simplemente con la mirada humana y el trabajo de los cóncavos y convexos”. Muchas de las obras se encuentran ubicadas en los jardines del MOMA, una manera habitual de Serra de presentar sus obras.
Por su parte, las piezas instaladas en la sexta planta son una mirada a los primeros trabajos de los años ‘60, ‘70 y principios de los ‘80, en las que Serra innovó con materiales como la goma, el neón y el plomo. Pero no es una mirada nostálgica: Lynne Cooke, una de las curadoras, lo reafirmó. "Retrospectiva suena a repaso, a culminación, pero esta nos pide que miremos hacia adelante".
The New Yorker –diario neoyorquino- le dedica a Serra y a la exposición del MoMa el artículo titulado Industrial Strength, en el que dice: “(Serra) trabaja siguiendo la escala física de la arquitectura y la escala intelectual de la historia del arte como una misma unidad”. Por su parte, Slate publicó un artículo con un slide-show sobre “los espacios vertiginosos de Richard Serra”.