Publicidad > Estados Unidos | ATRACTIVOS Y VENDEDORES, EMPIEZAN A PONERSE DE MODA
Redacción Adlatina |

Lo que faltaba: ahora los tatuajes son poderosas armas publicitarias

Los usan los fabricantes de bebidas energizantes, neumáticos, zapatos, vino y otros productos sin afinidades entre sí. Aparentemente, el tatuaje es para muchos “un toque distintivo para una marca que venía vegetando”, y como tal lo exigen ciertos anunciantes. Curiosamente, o no tanto, se da una regla paralela: cuando un tatuaje pasa a convertirse en signo de alguna publicidad, pierde bastante de s

Lo que faltaba: ahora los tatuajes son poderosas armas publicitarias
Un tatuado con el logo de Dunlop: el premio para cada uno de ellos fue un nuevo juego de neumáticos.

Vistos años atrás como un grito silencio de rebelión, los tatoos —tatuajes— llegaron a un status de respetabilidad tal que los anunciantes los están utilizando para vender productos tan distintos como neumáticos, zapatos, vino y bebidas energéticas, entre otros.

“Siempre hay un elemento de rebelión o rito en esas cosas”, razona David Crockett, un profesor asistente de marketing de la University of South Carolina. “Lo que los hace más interesantes es el hecho de cómo el mercado se apropia de esa rebelión y la devuelve al público en la forma de una bebida energética”.

La cadena de locales 7-Eleven comenzó hace poco a vender una de esas bebidas, de nombre Inked, dirigida al público que tiene tatuajes o a aquellos que quieren pensar de sí mismos que son “el prototipo tatuaje”. La compañía planea vender la bebida en reuniones de motociclistas y convenciones de tatuados.

“Queremos crear una bebida que atraiga la atención de hombres y mujeres, y la cultura del tatuaje se ha vuelto muy popular en ambos géneros”, explica Michele Little, manager de 7-Eleven. “El rito del tatuaje no se limita a los jóvenes, sino también a aquellos que piensan y actúan como jóvenes”.

 

Icono y transporte

Mientras la atención de los consumidores jóvenes se reparte entre la televisión, los blogs, los video online y otras distracciones, los industriales descubrieron estas formas alternativas de atraer su interés.

“Por ejemplo, usan los tatuajes como un icono cultural y como un método para entregar el mensaje”, dice Kevin Lane Keller, profesor de marketing de la escuela de negocios de Dartmouth College. “Es un intento de hacer algo diferente en una forma nueva”, agregó.

Goodyear, la empresa fabricante de neumáticos Dunlop, ofreció durante tres años un set de sus productos gratis a cualquiera que se haga tatuar el logo Flying D de la compañía en cualquier parte de su cuerpo, y ya van 88 que han aceptado la oferta. Algunos eran leales a la marca desde hacía años, y otros eran simples fanáticos del tatuaje. Inclusive hay uno que regresó por su tercer premio este año, luego de un par de triunfos sucesivos. Claro: su cuerpo es un aviso viviente de Dunlop.

Volvo también apeló al recurso de los tatuajes, con buen éxito. “El hombre tatuado de Volvo es una manera de que la gente piense en forma diferente de la marca”, dicen en el departamento de marketing de la empresa.

“Cuando las empresas usan los tatuajes para su publicidad, está claro que el arte ha perdido algo de su atractivo —reconoció Crockett—. Es un constante juego del gato y el ratón, entre la cultura juvenil y esas compañías. El círculo de la vida se va haciendo estrechando cada vez más”.