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Redacción Adlatina |

Para el dueño de Volvo, la generosidad del gobierno chino tiene un precio muy alto

(Advertising Age) - Las presiones políticas obligaron a Li Shufu a construir instalaciones industriales en terrenos locales, mientras el empresario lucha para unificar a su marca Geely con Volvo con vistas al mercado chino.

Para el dueño de Volvo, la generosidad del gobierno chino tiene un precio muy alto
Li Shufu, propietario de Volvo en China, tiene múltiples choques de opiniones con los managers locales de la marca.

Li Shufu, presidente del Zhejiang Geely Holding Group Co., el orgulloso nuevo propietario de Volvo Car Corp., no podía haber completado el dinero para adquirir la automotriz sueca que estaba en manos de Ford Motor Co. sin el generoso apoyo financiero de dos gobiernos municipales chinos. Ahora está descubriendo el alto precio que tuvo tanta generosidad.

Después de que Li completó la suma de 1.700 millones de dólares para adquirir la marca Volvo en agoto, se enteró de que dos gobiernos chinos locales habían ayudado a financiar la operación. El gobierno de Daging, una ciudad petrolera ubicada al nordeste de China, proveyó 451,7 millones de dólares, mientras que el gobierno de Jiading, un distrito de Shanghai, ya había comprometido 150,6 millones

Pero nada es gratis en este mundo. Por poner el dinero, ambos gobiernos esperan que Geely construya una planta de Volvo en sus tierras. Daging quiere fomentar la tarea manufacturera ahora que sus reservas de petróleo se están secando con rapidez, mientras Jiading, sede de SAIC Corp. y Shanghai Worldwide, apuntan a fortalecer su posición como el hub de la industria automotriz china.

Para repagarles a ambos, Li dice que construirá dos nuevas auditorios y expandirá una tercera. Con seguridad, Geely debe construir nuevas instalaciones en China para producir más automóviles Volvo localmente –y hacerlo rápidamente- para expandir el nicho que ha ocupado la marca sueca en China.

En el presente, sólo dos modelos de Volvo –el S40 y el S80L- son construidos por un joint venture con Ford en la ciudad de Chongqing. En los primeros nueve meses de este año, sólo 22.700 automóviles Volvo fueron vendidos en China, según J.D.Power. Por esa razón, Li ha decidido construir una planta de ensamblaje de Volvo en las instalaciones ya existentes de una planta de Geely en otra ciudad del sudoeste de China, Chengdu. Para alcanzar economías de escala, Li preferiría construir Volvos en una planta de gran tamaño, probablemente en la propia Chengdu.

Pero no puede darse esos lujos. En su lugar, Li Shufu debe construir dos plantas adicionales en Shanghai y Daqing. Tres plantas de Volvo en tres diferentes ubicaciones conducirán con seguridad a un desgaste de capital y una manufactura ineficiente.

¿Tiene alguna elección el señor Li? No parece. Él debe reintegrar sus acuerdos con los gobiernos locales. Ese es el precio que una compañía privada china como Geely debe pagar para hacer negocios en ese país.

¿Por qué Geely se alineó con créditos bancarios para adquirir Volvo? Los grandes bancos de China están todavía controlados por el estado, y esas instituciones son todavía renuentes a prestar dinero a los negocios privados. “Los bancos domésticos no quieren prestarle a Geely”, se lamentó Li durante un foro industrial en septiembre.

La compra de Volvo ha producido otros dolores de cabeza al señor Li. Justo tres meses después de que Geely tomara en sus manos la compañía sueca, Li ha enfrentado desacuerdos con el management de Volvo en sus planes de productos.

Hablando la semana pasada en un foro organizado por el sitio Web del Financial Times en Shanghai, Li dijo que Volvo debería desarrollar autos de gran tamaño para China. Pero los managers locales de Volvo prefieren vehículos pequeños, por su eficiencia en consumo de combustible y sus condiciones ambientales más favorables. Li también está en desacuerdo con los managers de Volvo acerca del posicionamiento de la marca en sí misma: el presidente quiere que Volvo sea una marca de lujo que compita con BMW y Mercedes-Benz.

Los managers de Volvo también chocan con este punto. Ellos aseguran que sus clientes-target son diferentes de aquellos de las dos marcas germanas de lujo. Li dijo que él conservaría canales de comunicación abiertos con los colegas occidentales para estrechar sus diferencias.

Li reveló que estaría dispuesto a ceder su posición si los managers de Volvo se negan a realizar compromisos para continuar la gestión de la empresa. “Es sencillo: ellos llevaron a Volvo al lugar en que está actualmente. Por eso deben tener buenas razones para quedarse pegados a su actual posición”.

(El autor de esta nota, Yan Jian, es managing editor de Automotive News China, medio en el que apareció por primera vez este artículo).