En general, todo lo conectado con el cine es grande, desde las locaciones, hasta las celebridades que interpretan los filmes. Sin embargo, apostar por la película más pequeña del mundo, también puede resultar efectivo. Eso fue lo que demostró Ogilvy Estados Unidos con el caso desarrollado para IBM, A boy and his atom: the world’s smallest movie, que se quedó con el oro en la categoría Branded Content & Entreteinment en Cannes Lions 2013.
El film, que ingresó en el récord Guinnes, fue realizado por un equipo de científicos de IBM, que movilizaron a miles de átomos de un lugar a otro, y capturaron sus imágenes través de un microscopio de 2 toneladas que funciona a menos de 268 grados Celsius.

A partir de la combinación de esas imágenes, se creó una pieza compuesta por 250 cuadros de stop motion, que muestra a un niño llamado Átomo bailando, jugando a la pelota y deslizándose en un trampolín junto a su fiel amigo átomo.

“El traslado de átomos es una cosa, se puede hacer con el simple movimiento de la mano. Pero, la captura, el posicionamiento y la configuración de los átomos para crear una película original en el nivel atómico es una ciencia exacta y completamente nueva ", dijo Andreas Heinrich, investigador principal de IBM Investigación. Y agregó: "En IBM, los investigadores no sólo leemos sobre Ciencia, también la hacemos. Esta película es una forma divertida de compartir con la gente el mundo a escala atómica y mostrarle los retos que la ciencia puede superar”.

La acción tuvo repercusión en los medios a nivel global y fue proyectada en diversas escuelas, a lo largo de todo Estados Unidos, con el objetivo de que los niños descubran, de una forma divertida, el mundo de los átomos y se acerquen a la ciencia.